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Promover equidad educativa ahora para lograr un buen comienzo en la vida

La Pandemia del Coronavirus agudiza la desigualdad global y social. También esto es percibido en escuelas y Kindergarten Waldorf. Con nuestro llamado a donaciones queremos ayudarlos.

La brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande

En la primavera del 2020 comenzó nuestra acción Conjunta: Corona-Ayudas: aminorar los efectos de la Corona-crisis. La resonancia positiva y  la gran cantidad de donaciones, la ayuda a través de escuelas Waldorf, Fundaciones y la Asociación de Escuelas Libres Waldorf fue impresionante. Más de 1,5 millones de euros pudieron ser retransferidos a más de 100 establecimientos en 37 países. Gracias a Su ayuda, no solamente se pudo ayudar con alimentos a padres, madres, niños y niñas en situaciones de emergencia, sino que también en muchos lugares se pudo sostener un acompañamiento desde la pedagogía Waldorf para los estudiantes, tanto como lo permitían los  protocolos por Coronavirus de los países y las condiciones técnicas de los establecimientos. Gracias a la gran cantidad de donaciones, se pudo evitar el cierre de escuelas y Kindergarten en casos que ya todos conocemos.

Muchas escuelas y Kindergarten Waldorf intentaron sobrevivir a lo largo de un año sin ayuda externa. Recién hace algunos meses nos escribieron con la amarga noticia de que ya habían utilizado todas las reservas y que no podrían asumir los gastos normales por mucho tiempo más. En algunos casos la situación permanece muy tensa en relación a lo político y social. Un contexto extremo, a causa de la pandemia, intensifica la desigualdad social y global, sobre todo en la educación.

Sudáfrica: merma de alumnos por emigración

Muchas escuelas Waldorf en Sudáfrica tienen en la actualidad  mucho menos alumnado que hace dos años. El motivo de ello no solamente es la pandemia y las consecuencias de los protocolos y cuarentenas. “Sudáfrica tiene una multiplicidad de problemas que se vuelven más agudos a causa de la pandemia.“, explica William Bester en una charla Online con nosotros. Él es el director de la escuela Waldorf Michael Mount en Johannesburgo y miembro directivo de la Asociación de escuelas Waldorf en Sudáfrica. El país ha sido fuertemente debilitado durante los últimos años a causa de escándalos de corrupción y una economía fallida. La campaña de vacunación avanza lentamente, hubo malversaciones de dineros para el apoyo de empresas y los políticos aparentemente se enriquecieron con negocios ilegales durante la prohibición de alcohol y cigarrillos. A ello se le agregaron masivas protestas a causa de la detención del ex presidente. La pobreza en el país aumenta y las condiciones laborales empeoran.  “La brecha entre pobres y ricos es cada vez más grande“, cuenta William Bester, “quien tiene la oportunidad, deja el país“.

Y con ello el equilibrio financiero en las escuelas Waldorf de Sudáfrica comienza a tambalear. Y justo ahora es importante que las escuelas Waldorf puedan continuar funcionando a pesar de los bajos aportes económicos de los padres y las padres. Hay mayores desafíos para cumplir con las condiciones de higiene: se requieren más salas para tener las distancias solicitadas.

Luego de medir la temperatura los alumnos y alumnas son consultados acerca de síntomas: “¿tienes dolor de cabeza? ¿Tienes dolor de garganta? ¿Te duele el cuerpo? ¿Tienes mocos?“ Quién tiene más de uno de esos síntomas, es enviado a casa. No hay tests rápidos. A ellos se le agregan las desinfecciones regulares de las salas de clases. Todo eso cuesta dinero y requiere también mucho personal. Pero en la escuela Waldorf más grande de Sudáfrica tuvieron que despedir a 16 docentes. También las escuelas más pequeñas tuvieron que despedir personal. Sólo con ayuda de las donaciones  podrían resolverse estos mecanismos auto-limitantes.

Perú: las escuelas estuvieron cerradas por más de un año

Desde marzo del 2020 a fines de septiembre del 2021 las escuelas de Perú estuvieron cerradas. Las clases se realizaron solamente por internet o radio. En las zonas rurales de Perú este es un problema, porque aquí en general no hay internet ni señal de radio confiable.  “Yo escuché de niños y niñas que han subido a los cerros para escuchar las clases por radio“, nos cuenta Bettina Vielmetter en un Zoom-Meeting. Ella nos reporta sobre los masivos confinamientos y las medidas por el Coronavirus. En abril del 2021 se puso la obligatoriedad de doble mascarilla. En supermercados u otros espacios  públicos cerrados se deben llevar dos máscaras constantemente. En los medios de transporte público es también obligatorio utilizar una visera. Muchas personas se adaptan a las reglamentaciones, en la medida de lo posible para las ciudades con gran densidad de población.  “Hay gran preocupación por las capacidades de recepción de pacientes en los hospitales”, dice Bettina Vielmetter.

No se hizo nada a nivel político para mejorar el sistema de salud, tampoco para el sistema educativo. “Mucho antes de que las escuelas y los Kindergarten como cualquier otro establecimiento cultural pudieran reabrir, la gastronomía y el comercio pudieron retomar sus trabajos.“ Recién desde el 29 de septiembre 2021 las escuelas tienen permiso de dar clases presenciales, bajo normas estrictas, y sólo muy pocas escuelas están en condiciones de cumplirlas. Por ello la mayoría de los colegios permanecerán cerrados hasta fin de año. En consecuencia, la mayoría de los niños y niñas deben permanecer aún en casa, porque en las pocas escuelas que funcionan, sólo pueden darse clases por turnos. “Todo está clamando por un cambio“, dice Vielmetter, “pero la política no ha aprovechado esa oportunidad de renovación que la crisis de todos modos ofrece.“

Las pedagogas y pedagogos Waldorf del Perú no han desaprovechado esta oportunidad: “Nos estamos reinventando“, decían algunas maestras y maestros durante la pandemia. En el Kindergarten, tanto como en los cursos de la primaria, había clases en parques, en lugar de clases online. Quien incluso así tenía temor de contagiarse podía recibir, entre otras cosas, mensajes en video para trabajar en las casas, con acompañamiento de madres y padres. Las y los docentes trabajaron al mismo tiempo con dos maneras absolutamente diferentes de enseñar, que implicaban en parte mayor cantidad de trabajo para sueldos que habían tenido fuertes descuentos. Sin embargo, los desafíos causados por la pandemia se vivieron positivamente.

Claramente el objetivo más importante es poder volver a dar clases presenciales todos juntos lo más pronto posible. Pero sin la ayuda las escuelas y Kindergarten Waldorf en Perú, no pueden cumplir con las medidas de higiene. A ello se le suma, que una gran parte de los padres y madres continúa pudiendo afrontar cuotas escolares mucho más bajas que antes de la pandemia.

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