Ucrania: escuelas y Kindergarten Waldorf en la realidad de la guerra
Desde el 24 de febrero los y las habitantes de Ucrania sufren ataques militares masivos desde las milicias rusas. Hasta fines de abril más de 5 millones de personas habían abandonado Ucrania, otros 6,5 millones se encuentran escapando dentro de Ucrania, huyeron de las zonas fuertemente afectadas en el este hacia las zonas menos atacadas en el oeste del país. Ya un día después del comienzo de la guerra comenzamos un llamado a donaciones para el movimiento Waldorf en Ucrania y presenciamos una inconmensurable solidaridad de los y las donantes. Hasta mediados de abril hemos recibido desde donantes privados, asignaciones de fundaciones y también de escuelas Waldorf un aproximado de 750 mil€. Gracias a estas numerosas donaciones pudimos apoyar a las escuelas Waldorf en los países limítrofes para recibir, acompañar y asesorar una gran cantidad de refugiadas/os en las diferentes escuelas y Kindergarten Waldorf, incluso dentro de Ucrania, que gracias a ello se pudo continuar pagando los sueldos de los y las pedagogas/os que permanecen en el país (cerca de 145 mil€ al mes). Además de ello, financiamos las intervenciones de la pedagogía de emergencia en Ucrania y países vecinos. Podremos abordar estas tres tareas en los próximos meses, gracias a las donaciones.
Acerca de la situación en las escuelas Waldorf de Ucrania antes y durante la guerra, nos reporta Olena Mezentseva. Ella es profesora de inglés en la escuela Waldorf en Kiev y miembro representante de la asociación para Pedagogía Waldorf en Ucrania.

La pedagogía Waldorf es uno de los cuatros movimientos escolares alternativos en Ucrania, que son respetados y reconocidos por el ministerio de ciencia y educación. No son muchas las escuelas que implementan el currículum Waldorf pero sus actividades influencian al sistema de educación ucraniano.
Las primeras escuelas Waldorf surgieron en los años 90´s. Cuatro escuelas Waldorf ucranianas (Stupeni en Odessa, las escuelas Waldorf en Dnipro y Krywyj Rih y la escuela Sophia en Kiev) están completamente reconocidas por las oficinas de educación y por el movimiento Waldorf mundial. Ofrecen el ciclo escolar completo y sus estudiantes reciben buenos resultados en las pruebas nacionales independientes. Aquellos que fueron a una escuela Waldorf llevan a sus propios hijos a los Kindergarten y escuelas Waldorf. Algunos regresan para trabajar como pedagogos/as Waldorf.
Una nueva ola de las iniciativas Waldorf vino en el 2014 cuando la pedagogía Waldorf recibió el reconocimiento total por parte del ministerio de ciencia y educación. Una nueva generación de padres llegó a las escuelas. Son cultos, librepensadores y a veces muy valientes. Se manejan bien en tecnologías de la información y ciencias sociales y están bien formados en el trabajo cooperativo. Ya han internalizado la idea de una ma/paternidad consciente; se dedican a sus hijos, son activos en la comunicación y rápidos en el obrar. Actualmente hay otras iniciativas de escuelas y jardines infantiles Waldorf en Kiev, Dnipro, Odessa, Zaporizhzhia, Charkiw, Mykolaiv, Lutsk, Krementschuk y Horodenka.
Dentro del movimiento Waldorf ucraniano ya se formaron algunas tradiciones. Algunos de ellos están vinculados con las alumnas y alumnos (pentatlon ucraniano para los quintos, feria medieval para los sextos, festival de teatro de 8vo), otros unifican a los y las docentes (seminario Waldorf que viaja de escuela en escuela a lo largo del año, conferencias ucranianas y congresos).
Pero ... el jueves negro del 24 de febrero del 2022 ...
Todos los planes, pensamientos y esperanzas fueron tiradas por la borda. Los y las colegas docentes ucranianos/as (maestras y maestros de todas las escuelas Waldorf) ya habían comenzado a buscar un lindo lugar en el mar negro para el pentatlon ucraniano. El antiguo castillo al oeste de Ucrania estaba listo para invitar a los sextos a la celebración medieval. Las alumnas u alumnos ensayaban sus obras de teatro, los egresados pensaban en sus trajes de cierre escolar. Algunas escuelas invirtieron en refacciones de edificios, proyectos de huertos, patios, salones de deportes.
¡Si! ¡Teníamos una vida normal! Paseos de curso, proyectos de arte, nuevos grupos de Kindergarten...construíamos, planeábamos, teníamos esperanza...
Como no éramos conscientes de la situación en verdad y rechazábamos todos los pensamientos sobre lo que podría pasar con nuestro país también, lo primero que todos hicieron fue tomar a los niños y partir! ¿A dónde huir? ¿Qué se debería llevar? ¿Cómo viajar? ¿Con quién uno debería encontrarse?
Algunas ciudades fueron atacadas ya el primer día (Kiev, Charkiw, Saporischschja) y los edificios escolares y de los jardines se convirtieron en refugio para los locales. Así algunos maestros 8no sólo Waldorf) ayudaron para organizar la vida de los niños en algunas escuelas o brindaron apoyo pedagógico en las salas de clase, cuando las sirenas terminaban de chillar. Algunas maestras y maestros cocinaban en las escuelas escolares para la guardia de la ciudad o tejen redes para las fuerzas de defensa. Algunos/as pedagogos/as realizan trabajo voluntario, reuniendo medicamentos, armas y dinero para las fuerzas de defensa ucranianas. Algunos de nuestros maestros han ido a defender al país en la frontera. Hasta ahora entre el 60 y 80% de las familias de las escuelas y Kindergarten abandonaron sus viviendas. Algunos pasaron las fronteras de Ucrania, otros se fueron al oeste. Nuestras escuelas y Kindergarten están ahora repartidos por toda Europa. Madres con niños debieron dejar a sus maridos, hermanos y padres ancianos e intentan seguir adelante con sus vidas en otros países, con lenguas extranjeras, en casas de familiares o amigos Waldorf. Algunas familias, que no pudieron viajar con sus parientes, arrendaron apartamentos en Ucrania occidental e intentan subsistir allí.
Luego de haber superado en primer shock, los docentes comenzaron a adaptar el proceso de aprendizaje. La tarea principal consiste en brindar apoyo psicológico a los niños y niñas. La comunicación con sus docentes y compañeros/as se constituyó en un “puente“ a una vida pacífica con la comunidad escolar, con el país de origen y con la patria. Docentes Waldorf utilizan activamente diferentes plataformas online, para ayudar a los niños y niñas a mantener el ritmo del plan de estudios. Algunos maestros/as abrieron canales de telegram e invitan a alumnos y alumnas de toda Ucrania. Los equipos docentes de muchas escuelas se unieron y desarrollaron un plan de estudios en conjunto para las diferentes clases, que reciben clases online. Maestras y maestros realizan videos, graban historias o hasta el ruido de los pájaros y envían imágenes. Maestras de Kindergarten realizan pequeños videos con juegos de dedos y manualidades de primavera, cantan canciones y graban cuentos.
Los niños y niñas se comunican en chats, les cuentan a las maestras y maestros y a los compañeros/as acerca de sus vidas, comparten sus pensamientos, experiencias y fotos. Las madres y padres cuentan que a veces los niños les piden repetir las grabaciones varias veces, para escuchar la voz de las maestras que aman...
Algunas escuelas y Kindergarten en Ucrania siguen siendo apoyados en parte por el estado, otros dependen de los aportes económicos de madres y madres. Pero muchas familias no pueden continuar aportando, porque debieron escapar o perdieron sus empleos. Muchos recibieron mensajes de familias con noticias de apartamentos destruidos a causa de acciones militares. Por ello algunas escuelas perdieron todos sus medios financieros y muchos docentes su sustento de vida. Recientemente nos llegó la noticia del del colegio docente de una pequeña escuela privada de Kiev “Borysphen“ (88 alumnos, 38 trabajadores y 120 padres y madres): “Todos estuvimos obligados a dejar nuestras casas, porque la escuela y la mayoría de nuestras familias viven en la parte noroeste de Kiev, que se encuentra en la frontera o incluso en el frente de batalla… Pero la existencia de nuestra escuela y de la comunidad docente es para nuestras familias maestros uno de los motivos que nos sostiene y nos da fuerza para luchar.“
En la carta de la escuela en Charkiw (6 clases, 109 alumnos, 15 docentes) se menciona: “sabemos con seguridad que todas las maestras, maestros, alumnas y alumnos y sus familias se alegran por poder regresar a Ucrania, hasta los muros de su escuela, por la que cada día rezamos“.
La escuela privada ASTR en Odessa (la escuela Waldorf más antigua de Ucrania, con 108 alumnos y alumnas, 25 colaboradores) duda que vaya a sobrevivir: “Nadie puede predecir lo que pasará, pero cuando la situación se normalice y los padres y los alumnos no regresen a la escuela, deberemos empezar nuevamente de cero. Podríamos perder nuestro edificio escolar, ya que no tenemos dinero para el arriendo. Ahora las personas piensan en salvar sus vidas y no invierten en los negocios o la educación. No queremos perder a la escuela, que existe hace más de 30 años a causa de falta de dinero, pero fuera de los padres y madres no tenemos a nadie que apoye a la escuela.“
La escuela Waldorf Sophia de Kiev (20 clases, 425 alumnos, 47 docentes) reporta que „los alumnos y alumnas de la clase 11ava se encontraban en una situación especial La guerra los hizo adultos de golpe, entonces muchos de ellos se concentraron en realizar trabajos voluntarios o apoyar a amigos y familiares. Y aquellos que fueron al extranjero, estuvieron frente a la tarea de adaptarse al nuevo entorno. Todo esto requiere de mucha fuerza física y espiritual. Al mismo tiempo se preparan con ayuda de diferentes plataformas de aprendizaje para las universidades. Les ofrecimos también ayuda en forma de asesorías y clases para temas específicos. Pero lo más importante para los niños, niñas y jóvenes de todas las clases son los encuentros humanos (aunque sea online´) y las conversaciones para apoyo mutuo en estos difíciles momentos. Nos dan la fuerza para vivir y trabajar“.
La pequeña iniciativa Waldorf (3 clases, 12 alumnos/as) en la pequeña ciudad Horodenka al oeste de Ucrania se convirtió en el único lugar en el cual aún no se suspenden las clases. Familias de toda Ucrania, sobre todo desde las zonas en peligro, al este, encontraron allí un espacio donde quedarse. La pequeña escuela recibió a niños y niñas refugiados/as. Las y los docentes de diferentes ciudades comenzaron a organizar las clases por niveles, que antes no tenían. Traspasaron sus experiencias a sus colegas más jóvenes. Incluso decidieron organizar una formación de profesores Waldorf, para la cual fueron invitados todos los y las docentes.
El mundo entero está ahora unido por Ucrania. Estamos muy agradecidos por cada familia, que brinda alojamiento y comida a nuestras familias, por cada escuela que abrió clases para nuestras alumnas y alumnos, y por cada persona que le da una mano amigable a las personas de ucrania. Estamos agradecidos por el apoyo financiero para escuelas ucranianas, que permiten su subsistencia
Docentes, madres, padres, niñas y niños están llenos de esperanza de que cambie la situación en Ucrania y podamos regresar.
Algunas escuelas ya han anunciado la apertura de sus primeras clases para el año próximo.
Las escuelas viven y llevan los próximos desafíos de nuestro destino común.
Olena Mezentseva, 15 de abril 2022