En tantos países los padres y madres no pueden abastecer a sus hijos e hijas con suficiente alimento. Muchas veces deben trabajar muchas horas y viajar lejos para poder ganar un poco dinero con el cual tampoco alcanzan a alimentar suficientemente a sus familias. Por lo tanto, no pueden estar en casa para compartir las comidas con sus hijos e hijas y tampoco alcanzan a conseguir los suficientes alimentos. Gracias a las donaciones que llegaron en ese llamado especial para alimentación escolar del año 2018, pudimos ayudar a escuelas y Kindergarten Waldorf, como a establecimientos de pedagogía curativa en Kenia, Zanzíbar, Haití, Nepal, Etiopía, Brasil, Sudáfrica, Egipto y otros países que trabajan con familias en las que esto sucede frecuentemente. Pudimos juntar más de 200.000 euros en los últimos 5 años y retransferirlas como donaciones a escuelas y establecimientos.

Las escuelas asumen una responsabilidad múltiple con la alimentación de los niños. Ellos también disponen de poco dinero. Sin embargo, es importante, que los niños no solamente queden satisfechos, sino también de que reciban una comida nutritiva y apropiada. Al mismo tiempo, la escuela se constituye en la instancia de educación acerca de alimentación y posibilidades de preparación de los alimentos. Así los/as niños/as aprenden qué alimentos son buenos para ellos/as, y además, con el espacio para compartir los alimentos, se educa una capacidad social muy importante.

Desde el 2020 el hambre en el mundo continúa aumentando. El cambio climático, la Coronacrisis y las guerras contribuyeron a que actualmente casi 830 millones de personas mundialmente pasan hambre. Tanto más importante es que nosotros en las escuelas Waldorf podamos colaborar con las regiones del mundo especialmente afectadas, por medio de programas de alimentación. Nos ayuda cada donación con el asunto “Alimentación escolar”.