En el suroeste de Europa la pedagogía Waldorf comenzó recién a fines de los años 80. Las ondas expansivas de la dictadura dificultaron por mucho tiempo un desarrollo plural del asunto educativo en Portugal. En el 2008 comenzó finalmente la escuela Waldorf en Figuera, cerca de Lagos, que actualmente se llama Escola Waldorf a Oliveira.

Entre las alas, que protegen al paisaje de los fuertes vientos, algunos padres y algunas madres motivadas conformaron una escuela primaria, que está actualmente solo reconocida hasta el noveno grado. Los comienzos requirieron coraje y esfuerzo. Entretanto, la escuela es tan conocida, que madres y padres se mudan sólo para estar cerca de la escuela. La gran afluencia llevó a que la escuela tuviera que repartirse en tres lugares, de primero a quinto en Figuera, de sexto a noveno en Vila de Bispo y el Kindergarten en Monte Judeu. Ahí en Monte Judeu la escuela pudo adquirir el terreno de una fábrica de hielo abandonada. Aquí hay suficiente espacio para toda la escuela. Los galpones de almacenaje y otros edificios debieron ser refaccionados y adaptados. “Muchos años el uso del terreno de Monte Judeu parecía un sueño inalcanzable, cuyas semillas estaban enterradas en lo profundo de la tierra”, comenta el equipo directivo en un E-Mail. “Estamos muy agradecidos de que se haya despertado y consolidado este sueño colectivo”. La adquisición del terreno se hizo posible también por medio de asignaciones de los Amigos del Arte de Educación.