El equipo de Pedagogía de Emergencia de los Amigos del Arte de Educación comenzó su trabajo en Turquía con un seminario en Estambul. Los participantes, con y sin experiencia pedagógica, estaban agradecidos, desde sus diferentes entornos laborales en relación con el terremoto, por el saber que se les transmitió acerca del trauma, sus síntomas y los métodos que pueden utilizarse en el trabajo con las personas traumatizadas. La intervención, financiada por medio de donaciones de la asociación Aktion Deutschland Hilft comenzó el 6 y 7 de marzo en Malatya con un equipo de 14 personas en el cual había integrantes de Alemania, Suiza, Grecia, Irak y también seis pedagogos/as de Turquía. En Malatya, Anatolia Oriental, llamaba la atención que no había una destrucción de gran amplitud. Entre las casitas que se ven prácticamente intactas, había algunas que se desplomaron por completo.
“Trabajamos con niños/as turcos/as que habían sido evacuados porque sus casas se habían destruido o eran muy inseguras”, reporta la coordinadora de la intervención Raphaela Logemann, “además con niños/as sirios/as que estaban como refugiados en Turquía ya para el tiempo del terremoto, o habían llegado hace aproximadamente tres semanas, luego del terremoto. También hay algunos/as de Afganistán“.
Junto a ese trabajo, la intervención se utilizó para formar redes. “Hacemos red con otras ONG regionales e internacionales, para evaluar qué estructuras de pedagogía de emergencia a largo plazo pueden ser conformadas”, dice Logemann.
El 8 de marzo el equipo viajó a Gaziantep y así se acercaban al epicentro del terremoto. Aquí la destrucción es de grandes superficies. Las casas que no se destruyeron suelen estar tan afectadas que se vuelven inhabitables. El trabajo comenzó en la cercana Pazarcık, provincia de Kahramanmaraş con niños/as turcos/as en un campamento. Las actividades estaban marcadas por las rondas de inicio y cierre. Entremedio se ofrecían talleres para las diferentes edades como cuentos, pintura, arcilla, círculos y juegos de movimiento.