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Kenia: Un pequeño oasis para niños y niñas en Nanyuki

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Nanyuki es una pequeña ciudad al pie del monte Kenia, donde se encuentra la escuela Waldorf Mt Kenya. Lo que empezó en 2018 como un pequeño Kindergarten, se fue desarrollando cada año un poco más hacia una escuela Waldorf. Para la construcción de las aulas, la comunidad escolar decidió utilizar los recursos del entorno inmediato por medio de una construcción económica y sustentable.

 

La escuela Waldorf Mt Kenya se conforma de varias casitas: cada curso y cada grupo de Kinder tiene su propia casita, que está conectada con la otra por un caminito. Cuando surgió este pequeño pueblo se utilizaron dos formas naturales y sustentables de construcción: Las salas de clase se realizaron en capas de paja y barro. Los edificios de administración y los baños fueron construidos con ladrillos que se elaboraron en el mismo terreno. “Queríamos utilizar los recursos de los que la tierra nos proveía, porque el suelo era muy adecuado para ese tipo de construcción“, explica la fundadora de la escuela Jessi Allmendinger. “Además queríamos generar puestos de trabajo para la comunidad y mostrar cómo se podían utilizar estos recursos tan valiosos.“ Incluso el método es especialmente económico, porque la mayor parte del material utilizado ya se encuentra disponible: no solo la tierra utilizada provenía del terreno de la escuela, sino también el agua se recolectaba en el río cercano. Finalmente hay que agregar un poco de cemento, antes de que las piedras sean prensadas en una máquina. Luego de dos a tres semanas están secas y se montan.

Todas las salas de clase y la mayoría de los otros edificios son redondos u ovalados: “Eso tradición en Kenia“, explica Jessi Allmendinger, “nuestro objetivo era construir un pueblo y para ello qué mejor que tomar las tradiciones y rediseñar según nuestra forma. Las casas transmiten una maravillosa sensación de cobijo. Claro que también es importante, que la forma redonda propicie un buen aislamiento y mantenga una temperatura homogénea. Para los techos se eligió conscientemente una construcción con láminas de chapa ondulada: así se junta el agua de lluvia. 

Desde noviembre del 2020 se realizaron en total cinco salas de clase, un sector de baños, una oficina y una cocina. Para otoño del 2022 se proyecta la construcción de otra sala de clases y un taller para madera y tejido y el proyecto aún no está concluido: “esperamos, a largo plazo, poder construir un comedor, una sala de música, una biblioteca y también una sala de clases nueva cada año“.

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