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Sri Lanka: Novedades desde Baddegama

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En un trabajo conjunto antroposófico-budhista surgió hace diez años, por medio del compromiso del pedagogo curativo Martin Henrich en Baddegama al sur de Sri Lanka un centro social y cultural: con diferentes posibilidades de acompañamiento y ayuda para niños, niñas y jóvenes, tanto como para personas con necesidad de asistencia y también un Kindergarten integrador, la fundación Rainbow se constituye en un centro importante para personas de bajos recursos del sector. Dr. Claudia Menzel, médica antroposófica, visita regularmente la institución. Para “Waldorf Mundial“ reporta acerca de su última visita para el año nuevo 2021/2022.

Finalmente mi marido y yo pudimos, luego de tres años,  ir a visitar nuevamente a nuestro amigo, el pedagogo curativo Martin Henrich y a su Fundación Rainbow en Sri Lanka. Aquí Martin ya muy tempranamente se había encontrado con niños discapacitados y jóvenes, cuyos destinos quedaron unidos al suyo. En un país de tradición buddhista, la discapacidad suele ser vista como una consecuencia de errores kármicos, por lo que muchas veces los discapacitados son escondidos. Al principio Martin acompañó a personas con discapacidades en forma individual en su propia casa. De allí surgió un contacto y luego una amistad  con el monje buddhista Samitha Thero. Él había estudiado en el extranjero y tiene además dos hermanos discapacitados. Su pensamiento es que  en lugar de hablar de culpa cármica, el encuentro con personas discapacitadas debe ser valorado como parte del propio karma. Su fallecimiento en mayo del 2021 fue una gran pérdida.

Samitha Thero le había mencionado también a Martin que se necesitaba con urgencia un Kindergarten para los hijos e hijas de jornaleros. Así surgió el Kindergarten integrador Hemmaliya.

Corona y un estricto confinamiento dificultaron el trebejo desde el 2020 evidentemente. Sobre todo hicieron falta los voluntarios: jóvenes altamente motivados que se egresan de su año de voluntariado social realizando un apráctica en el extranjero, por medio de los Amigos del Arte de Educación. Desde agosto del  2022 la Fundación Rainbow continúa esperando nuevamente a voluntarios de Alemania, así podrían enviarse ambos cursos, lo que también  enriquese a Sri Lanka. La  Rainbow Foundation fue tomando un buen tamaño en los alrededores de  Baddegama. Al principio eran sobre todo europeos trabajando luego de la fundación, pero ahora son los lugareños, quienes llevan el trabajo. Un productor de té, un hotelero, una hermana católica y algo que es imporante para el reconocimiento oficial en Sri Lanka-el abad del templo budhista. El sucesor de Samitha Thero tiente recién  28 años y es muy abierto.

El Kindergarten integrador, pudo reabrir sus puertas nuevamente en enero del 2022. La consulta por cupos continúa en aument. Hasta ahora eran 30 niños y quieren venir 40 más. Se requiere para ello una ampliación. Habría aún un terreno pero todavía faltan recursos económicos. En la zona de viviendas viven familias humildes, que pagan mensualmente 500 Rupias por niñi/a, aprox. 2 Euros. Pero este  dinero no es para el funcionamiento del Kindergarten, sino que cada niño recibe un libro de ahorro donde se van ahorrando los aportes hasta los 18 años.

El Kindergarten también busca ir en contra de la intelectualización temprana típica en Sri Lanka.Las educadoras se muestran motivadas y van adoptando elementos de la pedagogía Waldorf. Otro “distintivo como pioneros” es el no uso de violencia física, que es muy común en el país.

Durante el confinamiento se repartieron canastas de alimentos a los jornaleros más humildes y se ofrecieron a familias particulares.  Daham, que hoy tiene 14 años, vivenció el abandono de su padre a la familia. Vivió con la mamá en la jungla, debajo de un techo de chapa, planas de plástico como paredes. El joven tomó el destino en sus propias manos a los 12. Le habló a jornaleros, preguntando si podrían traerle piedras, así es como comenzó a armar muros de piedra. Su proyecto fue comentado por muchos y cada vez más personas, y también la Fundación Rainbow, lo apoyaban. Hoy Daham vive en una casa construida por él mismo y su madre recibió una máquina de coser para poder trabajar como costurera.

Otro ejemplo impactante es  el del joven de 21 años Sandun, que hace tres años debió ser operado de un tumor cerebral. Luego estaba postrado y no podía siquiera levantar la cabeza. Cada día el estaba en su choza y miraba al techo, mientras la familia debía ir a trabajar.  Martin organizó un transporte para Sandun hacia el Kindergarten. Primero él se encontraba también solamente en la cama, pero las múltiples actividades lo motivavan a levantarla, para poder ver algo. Poco a poco se fue fortaleciendo su musculatura gracias a terapias complementarias puede dar sus primeros pasos con ayuda de un bastón.

Martin y la fundación Rainbow tienen un sueño: quieren mostrar a los países en los cuales la discapacidad está estigmatizada, que éstas personas simplemente viven una vida valiosa y se puede cconvivir con ellos en sociedad.

En el futuro se debería construir un centro de treapias complementarias, en la cual niños dicapacitados y también adultos puedan recibir terapias y ser estimulados. Para el establecimiento del centro terapéutico se necesitará apoyo financiero. Pero por lo menos igual de importante es la búsqueda de personas capacitadas en la pedagogía curatiba y según terapeuras que estarían dispuestas a brindar apoyo en los centros de terapia y en el Kindergarten

www.rainbow-foundation-sri-lanka.com

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Este texto apareció en nuestro Circular "Waldorf Mundial" Primavera / Verano  2022 (hemisferio norte)

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