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De repente se apaga la luz

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Desde el comienzo de la guerra en Ucrania las sirenas y los cortes de luz también pasaron a formar parte del día a día en el oeste del país, incluso con menor cantidad de ataques militares. Durante nuestra intervención, esta cotidianidad bélica se pudo percibir inmediatamente, con la posibilidad de reaccionar ante las inseguridades.

A fines de marzo viajó un equipo de Pedagogía de Emergencia de los Amigos del Arte de Educación a  Horodenka en el Oblast Iwano-Frankiwsk para una intervención. El equipo trabajó cada día con docentes Waldorf y terapeutas, y también con pequeñas/os y jóvenes en la escuela Waldorf de Horodenka. La pedagoga de emergencia Catherine Flaig fue parte del equipo. Acerca del ambiente entre los participantes ella dijo lo siguiente: “fue una alegría comprobar que las personas llevan en sí gran habilidad de resiliencia. Les era importante no hablar todo el día sobre la guerra, si no encontrar el camino fuera de la dura realidad y los malos pensamientos. Son personas muy fuertes, como nunca antes habíamos conocido“. Luedo de las rondas de la mañana para las lluvias de ideas con los y las docentes y terapeutas, se realizaron diversos talleres, en uno de esos talleres se hicieron esferas de arcilla, “aquí las personas realmente podían conectarse con el hacer“, cuenta Cathrine Flaig, “ y así olvidar todo lo que les rodeaba. El clima se volvía meditativo, era maravillosamente tranquilo. Y de repente se cortó la luz. Fuimos al pasillo porque debíamos alejarnos de las ventanas por seguridad. Entonces estábamos parados en el pasillo oscuro y todos continuaron modelando y estaban profundamente sumergidos en el trabajo. Entonces la luz regresó repentinamente y pudimos ver maravillosas esferas formadas. Una participante dijo: -el modelado no requiere ni luz ni palabras- . Lo encontré precioso, era justo el mensaje que queríamos transmitir.“

Formar esferas nos deja regresar a nosotros mismos y a su vez tiene una función tranquilizadora. En ambas palmas se va trabajando la arcilla y a medida que se agrega arcilla va formándose la esfera. El dedo pulgar y el resto de los dedos permiten formar una capa lisa, y esta apela al sentir. El sentido del tacto es activado por medio de la percepción de la arcilla y así las personas comienzan a autopercibirse. Y cuando las manos lo hacen y la luz se apaga, entonces la confianza se fortalecerá en el hacer. Obrando desde la creatividad, trabajo con mis manos y cuando la luz se apaga, la confianza será fortalecida en el hacer. La sorpresa es aún más grande, cuando la luz llega a mi obra y a la de todos los demás. Así se despierta el asombro.

“Estoy agradecida por esta intervención y espero de verdad que todos los impulsos continúen creciendo y se desarrollen“, explica Flaig, “debe haber algo para estos niños y niñas que tal vez no puedan asistir a la escuela y muchos de los cuales han huido de otras ciudades como Odessa o Kiev o desde el este de Ucrania. Los pedagogos y pedagogas aquí son muy fuertes y hacen un buen trabajo.“

Tan ronto como sea posible más equipos de  los Amigos del Arte de Educación viajarán a Ucrania y sus países limítrofes. Ya ahora, junto a los abastecimientos de emergencia, se realizan preparaciones para una formación a largo plazo para los y las colegas locales.

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