En Sudáfrica tuvimos en marzo y en abril del 2020 un confinamiento completo de cinco semanas y luego diferentes niveles de limitaciones de circulación, lo que ha afectado de manera verdaderamente dura a Sudáfrica. Nuestra industria turística y vitivinícola es una rama importante de la economía en la zona oeste del Cabo, que prácticamente quebró luego de una larga prohibición de alcohol y las duras limitaciones al turismo.
A pesar de que mantuvimos el contacto con parte de nuestra comunidad escolar por medio de llamadas telefónicas y Whats–App era muy difícil dar clases online, casi imposible. Muchos alumnos y alumnas no cuentan con acceso a computadores Smartphones o Internet. Así que debíamos ocuparnos de que ciertos niños recibieran los trabajos en papel. Al mismo tiempo debíamos asegurar que todos los docentes tuvieran a disposición un computador y acceso a internet, de lo cual no todos disponen.
El contacto con todos los niños y niñas nos era especialmente importante en tiempos de estricto confinamiento. Sólo así podíamos ver si ellos se encontraban en entornos seguros y estaban bien abastecidos. En numerosas ocasiones comprobamos que ellos estaban con depresión o estados de ansiedad. La situación de la pobreza se agravó fuertemente en muchas familias, de modo que tuvimos que acercarles también alimentos. Además, nuestra tarea incluía informar a las familias acerca de las medidas de higiene y hacerles llegar mascarillas y productos de desinfección. Sin el apoyo de los Amigos no hubiéramos estado en condiciones de continuar con nuestras tareas de forma tan efectiva. Con vuestra ayuda pudimos mantener y proveer a la comunidad.
Actualmente solo un tercio de nuestro alumnado puede estar al mismo tiempo en el predio escolar. Los cursos divididos tienen clase en diferentes días. Es bueno que podamos ver a los niños y niñas con frecuencia. Los días en que no asisten a la escuela, reciben paquetes de trabajo para la casa. La mayoría de nuestros alumnos y alumnas tienen familias numerosas y viven en espacios reducidos. Lamentablemente algunos ya tuvieron que lamentar la pérdida de algún miembro de su familia por las consecuencias del Covid-19. Muchos temen por ello, que puedan contagiarse y llevar a sus casas el virus, infectando a familiares de mayor edad.
El Covid-19 en Sudáfrica volvió a traer a la superficie la extrema desigualdad entre pobres y ricos. Las donaciones que pudimos recibir gracias a la Acción conjunta: Corona-ayudas, nos permitieron continuar trabajando con aquellos a los cuales la pandemia ha afectado más. Así es que agradecemos de corazón a todos los donantes por su generosidad.