Desde el 2012 funciona una pequeña escuela Waldorf en Zanzíbar. En el estado insular semiautónomo de la costa de Tanzania, la mitad de la población vive bajo la línea de pobreza, casi 12% de los niños están desnutridos. La mayoría de los niños que asisten a la escuela, vienen justamente de esos entornos y son principalmente huérfanos o de familia monoparental. Para poder mejorar su situación alimenticia, antes del comienzo de clases reciben una papilla con leche, para la pausa una colación, luego el almuerzo y siempre un poco más de fruta o un huevo para el camino a casa, ya que con frecuencia los niños reciben allí menos que una taza de té. La dirección de la escuela pretende adquirir la mayor autonomía posible en el ámbito de la alimentación de los niños, por eso poco  apoco se está construyendo una granja escolar. En el  2019 se pudieron comprar cerca de 250 gallinas, que habitan en el gran predio escolar a la sombra de los árboles de pimiento, mango y muchos otros árboles y arbustos.  Diariamente se juntan unos 200 huevos. Para complementar se pudieron conseguir dos vacas, con la ayuda de los Amigos del Arte de Educación y otros colaboradores. Ambas vacas están preñadas. En unas semanas los alumnos y alumnas podrán recibir a los terneritos y el plan alimentario será complementado con la leche de las propias vacas de la escuela.