Nos alegra poder contarles que en relación a la salud, la seguridad y la educación, todo está en orden en el orfanato. No han habido casos de Covid-19 entre las monjas que brindan asistencia, las madres del hogar y otros colaboradores o los niños. Los niños y niñas debieron tener clase en las casas durante un corto tiempo, pero entretanto ya se retomaron las clases normales. Nhu Tri, la coordinadora del orfanato, está con salud y constituye un apoyo en éste tiempo de desafíos. Los niños continúan recibiendo alimentación y cuidado. Las puertas del templo Dieu Giac se abren para recibir a la comunidad, siempre que sea posible, asistiendo a las necesidades adicionales que requieran de atención.
En el año 2020 Dieu Giac organizó por varios meses, en los que había duras restricciones y con ello altos niveles de desocupación, la entrega de almuerzos a personas pobres de la comunidad. Los niños más grandes y las madres del hogar cocinaron y empacaron porciones individuales de comida y se las repartieron a todos los que necesitaban un almuerzo. Cuando mejoró la situación con el virus, esta práctica se redujo a una rutina semanal y luego mensual. Las personas que habían perdido el empleo y con ello su sustento de vida recibían, del mismo modo, donaciones de paquetes con arroz y alimentos fundamentales.
En octubre del 2020 hubo un tifón y una inundación, que destruyó muchas pequeñas ciudades del centro de Vietnam. También aquí, Nhu Tri organizó a tiempo envíos de alimentos, vestimenta y dinero a las víctimas en éstas zonas.
Como reconocimiento por su servicio a la comunidad fue distinguida con un merecido premio por parte del primer ministro vietnamita, otorgado en una conferencia pública nacional durante noviembre. Los niños y niñas del orfanato estaban muy orgullosos/as.
Fuente: Newsletter del Vietnam Children's Project (VCP), vietnamchildrensproject.org