Queridos donantes y amigos de la escuela Rudolf Steiner Schule Mbagathi:

Con este reporte queremos informarles acerca de nuestra reapertura. Nuestra escuela se encuentra nuevamente abierta en su totalidad, luego de un prolongado cierre desde mediados de marzo del 2020. Fue una larga, larga espera para muchos niños y niñas, docentes y colaboradores. Desde octubre dos cursos, el 5to y el 9vo grado, que han sido validados por el sistema escolar keniano como grados que deben rendir exámenes, han retomado sus clases, pero ya desde el 5 de enero hemos podido reabrir completamente la escuela, también para todos los pequeños del Kindergarten.

Actualmente en Kenia dominan el calor y el brillo del sol, mezclado con algunas fuertes lluvias ocasionales. El número de los infectados por el Covid-19 es relativamente bajo en este momento y finalmente llegó el momento en todo Kenia en que todos los niños y niñas han recibido el permiso por parte del ministerio, de retornar a las escuelas. Los 350 niños/as de la escuela Rudolf-Steiner-Mbagathi, que provienen de entornos de vida vulnerables y han vivido momentos difíciles, han regresado a clase. Es difícil determinar el efecto que ellos han tenido a causa de este período a nivel anímico.

Pero el 5 de enero nuestros dos grandes buses escolares amarillos partieron finalmente a las 7.15 con los primeros niños hacia el terreno escolar. Nuestros viejos buses, que tienen un total de 95 asientos, debieron realizar algunos viajes extra sobre las derruidas calles, llenas de agujeros, a fin de poder cumplir con las medidas de distanciamiento requeridas entre los niños/as. Todos bajaron de los buses y comenzaron, al principio con temor, a vivificar lentamente su querida escuela. Había muchos procedimientos nuevos con los cuales debían ir amigándose: control de temperatura en la entrada a la escuela y en las salas, lavado de manos con nuevos lavabos al aire libre, desinfección de manos. A causa de la obligatoriedad del uso de mascarillas era difícil poder identificar realmente expresiones del rostro o reacciones.  

Los cursos superiores están en cuatro grandes carpas que se han armado en el campo; tenemos por todas partes nuevas mesas individuales, nuevos horarios y reglas para las pausas. Toda esta disposición para la reapertura fue posible gracias al intenso Fundraising durante el año 2020 y también gracias a apoyo financiero de organizaciones y particulares en el extranjero, también esto gracias a  las donaciones del llamado urgente “Aminorar los efectos de la Corona-crisis” por parte de los Amigos del Arte de Educación.

Al principio los niños se movían silenciosos y un poco inseguros, pero muy pronto se fueron abriendo y todo volvió a ser luminoso y vivo a pesar de las múltiples limitaciones y reglas de distanciamiento. Durante esos primeros días de escuela los/as docentes observaron muy detenidamente a los niños en su aspecto corporal y anímico. También son conscientes de que las experiencias más traumáticas que los niños/as hayan vivenciado durante el confinamiento, van  a mostrarse recién más adelante. Se hace un especial hincapié en las niñas muy pequeñas, que en general son muy vulnerables en Kenia y más aún durante los cierres de escuelas. La vida para mujeres y niñas en los barrios carenciados ya era complicada antes de la pandemia. La violencia ha aumentado considerablemente y la situación cultural hace muy difícil poder hablar acerca de ello.

A causa de las restricciones, los niños y niñas ya no pueden comer juntos como antes, en la gran terraza comedor de la escuela, que era un momento absolutamente celebrado de cada día. Cada clase de la escuela va a buscar su comida por la cocina, donde se encuentran los grandes hornos a leña, que finalmente vuelven a arder, y los almuerzos se toman en las salas de clase o en las carpas, en sus pequeñas y nuevas mesas individuales. Una parte del trabajo de Fundraising consistió en mejorar la calidad de la comida durante el tiempo de reapertura, por medio de donaciones. Así, por ejemplo, 120 niños y niñas del internado pudieron recibir un huevo además de sus dos grandes rebanadas de pan.

Para la jornada de reapertura debían cumplirse muchas reglamentaciones nuevas. Los días de escuela son más cortos para los niños y el horario fue readaptado según los requerimientos del ministerio de educación keniano. Esto implica que no puede haber clases de canto, teatro, deporte y baile; no puede haber eventos con mucha gente o trabajo en conjunto entre clases.

La situación social y económica general a raíz de la pandemia por el COVID-19, con las consecuencias de los estrictos confinamientos durante tantos meses, han generado una afluencia constante de muchos padres  y particulares que vienen a buscar trabajo en la escuela.

No podemos cubrir esa demanda, a pesar de que actualmente abrimos puestos para un ayudante de aseo, un acompañante de bus, un ayudante en el Kindergarten y un conductor.  Muchos padres están sin saber qué hacer y piden una y otra vez ayuda económica para el arriendo, la comida y lo fundamental para sus niños. En efecto, actualmente  por las restricciones, los padres y madres no están autorizados a ingresar al predio escolar a menos que sea con un permiso especial.

La pandemia no ha terminado y todavía reina una gran inseguridad e incertidumbre. El futuro nos coloca frente a desafíos imprevisibles. Pero por el momento está la alegría de los niños. Con este Newsletter queremos compartir con ustedes nuestros avances y las fotos de los alegres días de reapertura, porque todos los niños del colegio Rudolf Steiner regresaron a una comunidad escolar bien preparada, en la cual el personal había estado esperando mucho tiempo para este momento especial.