En la pequeña Moldavia, el país más pobre de Europa, la escuela Waldorf fundada en 1992 en Chişinău es una de las primeras escuelas alternativas y continúa siendo la única escuela Waldorf. Más de 700 alumnos/as asisten actualmente al jardín y a la escuela primaria. La escuela es muy querida por las familias de Chişinău y muchos quieren inscribir a sus hijos e hijas. El edificio reformado a partir de un Kindergarten socialista rompe con todos los moldes. La falta de lugar hasta ahora imposibilitaba al colegio conformar un nivel superior. Los lineamientos indican que sólo una escuela dentro del sistema dual puede recibir el reconocimiento oficial como nivel superior. Para poder ofrecer todas las clases desde la primera a la doceava, faltan aún todavía por lo menos cuatro salas de clase y además salas para materias especiales del nivel superior: laboratorio de química, física y un taller. Hasta ahora tampoco había una sala de profesores y además se requiere un gimnasio para la habilitación.

En febrero la escuela comenzó con los trabajos de construcción para la ampliación del edificio. El colegio se atrevió a dar este paso absolutamente necesario, porque los Amigos del Arte de Educación se comprometieron a contribuir con un alto monto, del total de 550.000 Euros, los Amigos aportaron 250.000. La construcción se realizó  en una parte del terreno puesto a disposición por el municipio, que se utilizaba como campo de deportes. Los trabajos de construcción avanzan bien, por lo que todos los involucrados están optimistas, acerca de la posibilidad de concluir la construcción a pesar de las limitaciones por la pandemia de Coronavirus.