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Dos catástrofes naturales: Covid-19 y una plaga saltamontes que amenaza la subsistencia en Etiopía

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En la pequeña ciudad Hawzien al norte de Etiopía hay, desde el 2006, un Kindergarten Waldorf y desde septiembre del 2014 la escuela que le da continuidad. Los padres solamente pueden hacer aportes simbólicos a la escuela. Los fundadores del colegio Atsbaha Gebre-Selassie y sus colegas dependen casi absolutamente de donaciones. En su reporte más reciente, nos escriben acerca de la situación con múltiples desafíos simultáneos para la comunidad escolar.

Catástrofes naturales y artificiales siempre acompañaron a los países del Cuerno de África. Erupciones volcánicas, sequías, inundaciones y plagas de saltamontes pueden aparecer al mismo tiempo en diferentes lugares. Las inundaciones causan al mismo tiempo, epidemias como cólera y otras enfermedades contagiosas. El saltamontes del desierto es una de las especies más peligrosas de saltamontes y es la causa principal de la precariedad alimentaria en las zonas áridas y semiáridas de África occidental e India- 16 Millones de kilómetros cuadrados en 20 países.

Desde principio de año una imponente plaga de saltamontes azota a África oriental y con ello también a las regiones del este y norte de Etiopía. Los campesinos y los habitantes de los pueblos intentaron encontrar una solución a los saltamontes con humo, ruido, y rociando una solución de ajo y hierbas. Con ello pudieron salvar una parte de los frutos y las plantas. Pero las bandadas devoraron muchos campos con cereales, prados y hasta árboles y arbustos. En Hawzien y en los otros sectores de altiplano del país los meses entre junio y septiembre son lluviosos. Este año el promedio de precipitaciones fue más alto que lo normal y todos los cultivos se desarrollaron maravillosamente, dejando la esperanza de buenas ganancias. Pero ahí llegó la invasión de saltamontes nuevamente: las bandadas de saltamontes provenientes del otro lado del mar rojo alcanzaron en pocos días a las regiones de Afar y Somalia en Etiopía.

El 15 de octubre del 2020 muchísimas bandadas alcanzaron también a Hawzien y alrededores y se comieron abundantes cultivos. Las personas se movilizaron e intentaron por todos los medios defender sus campos. Con la ayuda de silbatos, trompetas, tambores, bidones vacíos y petardos intentaron asustar a los insectos para que no se acercaran a sus campos. Algunos quemaron también gomas, resinas, incienso y otras sustancias vegetales, para provocar aromas desagradables para los insectos. Estas medidas pueden ser efectivas, pero en vistas de la magnitud de la plaga  y sus diferentes direcciones, se requieren gran cantidad de colaboradores. Además se necesitan también ciertos comportamientos de los vientos. Es una agotadora lucha contra un poder inigualable de millares de insectos voladores y hambrientos. La Food and Agriculture Organization de las Naciones Unidas dice: “Una bandada de saltamontes puede comer en un día la misma cantidad de alimentos que 35.000 personas”.

En noviembre y diciembre sería tiempo de cosecha, pero ya desde ahora algunos campesinos intentan cosechar sus campos de cereales, con la esperanza de que ya se encuentren lo suficientemente maduros o que por lo menos alcance como alimento para sus animales.

Sumado a la plaga, a mediados de abril del 2020 se dio a conocer el primer caso de  Covid-19-Fall en Etiopía y unos días más tarde se testearon 29 positivos. Para re alentar la expansión, el gobierno indicó medidas de higiene, como el lavado de manos y las mascarillas, también el distanciamiento. Para las personas en Hawzien esto es difícil de llevar a cabo. Las personas viven en hacinamiento, interactúan en el mercado, en la iglesia y en otros eventos sociales que forman una parte importante de la vida. En el sector de Hawzien viven más de 100.000 personas– solo algunos de ellos cuentan con acceso a agua potable. Más de 80% de la población está directamente vinculada a las actividades agricultoras y el 20% restante se gana su dinero con negocios, pequeñas artesanías y otros servicios. Las personas cultivan diferentes tipos de cereales, como cebada, trigo, sorgo, arvejas, garbanzos, porotos, semillas de lino y otros frutos y vegetales. Siempre los miércoles son un día de feria muy importante en Hawzien, en la cual se reúnen más de 20.000 personas, para hacer sus negocios. La mayoría de los habitantes de Hawzien dependen de este mercado semana, para ganarse el pan. Pero este fue cancelado a fin de controlar la pandemia por el Coronavirus. Como consecuencia de ello, la población vio reducida las posibilidades de poder conseguir sus alimentos, por lo que dependen de donaciones.

Gracias a los Amigos del Arte de Educación en Berlín y otros donantes y colaboradores, nuestras alumnas y alumnos, como también las personas que habitan en las cercanías de nuestra escuela (en total 500 familias) pudieron ser abastecidas con alimentos en cuatro rondas hasta el mes de septiembre.

La tasa de infección con Covid-19 sigue subiendo y hasta ahora en todo el país se confirmaron más de 90.000 infectados, 46.638 personas se recuperaron y 1.371 fallecieron. En Hawzien hay cerca de 20 positivos y un muerto. A pesar de la poca cantidad de casos continúa habiendo una tensión constante en Hawzien. Las personas tienen miedo de una infección con Covid-19, porque aquí las personas mueren de enfermedades que podrían solucionarse sencillamente con antibióticos, pero faltan los implementos médicos básicos. Frente al plan de reapertura escolar para fines de octubre, muchos padres estaban preocupados de que la asistencia escolar pudiera poner en peligro la salud de los niños. Y así las personas en Hawzien siguieron luchando frente a dos catástrofes naturales a la vez.

Atsbaha Gebre-Selassie

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