Alen Vardanyan: Una vida corta, sacrificada en la guerra
Alen Vardanyan (2001-2020) fue uno de los alumnos más inteligentes, amistosos y artísticos de la escuela Waldorf Aregnazan en Eriwan. Tenía una sensibilidad increíble por la poesía, las artes y la historia humana. Todo le interesaba. En 7mo escuchaba las clases de Ara Atayans sobre poesía rusa. Todos recibían montones de poesías para leer de Pushkin, Lermontov, Visocky y otros poetas rusos. Los alumnos debían aprenderse las poesías de memoria; cada alumno primero elegía una poesía de su agrado y debía aprendérsela. Pero al final todos debían saberse todas.
Ara Atayan hizo un gran papel con los nombres de los alumnos en una línea vertical y los comienzos de las poesías en horizontal. Cuando alguien se sabía un poema de memoria, se colocaba una estrellita. Cuando se la sabía muy bien era una estrellita brillante, Cuando Alen Vardanyan hablaba, el sistema debía ser modificado para generar una nueva categoría: absolutamente hermoso. El modo en el que recitaba la poesía era nuevo y muy especial. No era una copia del profesor, no era un recitado tradicional era un relato creado completamente desde su personalidad. Y en ello era él bello como un caballero con un carácter totalmente pacífico. Ara Atayan decía: como Gavan desde la mesa redonda.
Vivía con su mamá y su hermana de 16 años en Eriwan y terminó la escuela Waldorf Aregnazan en el 2019. Como todos los jóvenes de 18 años, tuvo que ir al servicio militar. Y en la primera semana de octubre, la primera semana del conflicto falleció en la montaña Karabach. Esta guerra sin sentido entre Azerbaiyán y Armenia por una pequeña zona montañosa, un conflicto que lleva más de un siglo y termina en guerra una y otra vez. Como todos los conflictos bélicos, se lleva sin motivo, vidas de jóvenes, que aún no han vivido lo suficiente y tenían un futuro prometedor por delante. Alen Vardanyan es el rostro de esa promesa rota.
Nana Goebel