De un día para el otro el tráfico de taxis y transporte público se detuvo, por lo que los colaboradores de la iniciativa Nadjeschda en Bischkek sólo pueden llegar a pie a estos centros que trabajan con personas con discapacidades. Todavía se encuentran a la espera de un permiso para poder utilizar un mini bus. A partir de la cuarentena, hay nuevos desafíos respecto de la posibilidad de habitar en grupos y el acompañamiento y asistencia de las personas se hacen más difíciles.
Aquí usted podrá donar para el establecimiento de pedagogía curativa Nadjeschda.